Me parece tarde, pero aquí estoy, buenas noches amigos míos, aunque sea solo un poquito,
os seguiré contando como se iba dando la cosa.
El hombre que me descubrió, (yo le suelo llamar, mi
guitarrista Quintana) cada día que pasaba, su confianza puesta en mi desde el
primer momento, iba creciendo, a pasos gigantes, los espectáculos
que dábamos en cualquier sitio y evento
donde nos llamaban, solíamos hacerlos, el cantaor Aurelio y yo, la mitad cada
uno, yo interpretaba una parte de copla y otra parte de flamenco para que
bailaran las bailaoras, y Aurelio hacia la otra mitad.
La gente que venia a vernos salía encantada, de nuestras
actuaciones, nos felicitaban a todo el grupo, pero personalmente a mi me decían cosas tan
bonitas, que yo me tenia que pellizcar para creerme lo que me estaba pasado,
aquello era un sueño hecho realidad. Siempre
me suelen decir que transmito mucho, que interpreto muy bien la historia que
estoy contando y cantando, que son dos cosas distintas, y eso para mi es muy importante.
En ese tiempo empecé a tomar clases de cómo moverme en el
escenario, y esas clases me las daba María Gavilán, la mayor de las tres bailaoras que llevábamos en el grupo,
profesora y dueña de su propia Academia de Baile, en Valdepeñas, gracias a ella
me muevo un poquito mejor y con mas soltura, a ella le debo la gran fortuna, y
la dicha de haber pisado por primera vez el Teatro Auditorio de Valdepeñas, actúe
con copla en el Festival que organiza todos los años, de fin de curso, y lo
recaudado es para alguna ONG, importante.
Mis queridos
seguidores, os tengo que dejar, por que
me caigo de sueño.
Saludos, yyyyy continuara………..
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