miércoles, mayo 01, 2013



Buenos días, a todos mis seguidores (aunque creo que, no se si estaréis todavía siguiéndome pues llevo bastante tiempo sin escribir) ruego que me perdonéis os aseguro que la culpa de mi retraso es de fuerzas mayores, cuando esta historia llegue a la actualidad lo vais a entender perfectamente.                                                                                                                                                           Bueno retomamos esta historia, de pasión por el cante. Espero que las circunstancias de mi vida me permitan terminar esta historia tan apasionante y bonita para mí.
En el ultimo capitulo, les contaba que yo cantaba delante de un ejercito si hacia falta, pues bies bien, pasaron esos años de niña, y me convertí en una joven atractiva, divertida  y alegre, que sin querer dejar de soñar y  de   cantar, pues seguía  y seguirá
siendo  mi gran pasión mientras viva.                                                                                                            Por el año 1970, conocí al gran hombre de mi vida, el  para mi lo era, y lo es todo, formamos una familia, de ese amor nacieron mis tres soles, mi Ángel, mi Antonio y  José, durante  unos años no tuve ninguna actividad musical (excepto alguna reunión de amigos.)                                                                                                                                                                Por el año 1996 retomo mis actuaciones en publico, lo hago siempre para Festivales de beneficencia, y acompañada de mi hijo pequeño José Miguel con la guitarra, ese mismo año actúo en el tradicional Festival de Manos Unidas, que  mi Parroquia organiza para recaudar fondos para el Tercer Mundo, pues bien, en ese Festival canto los Campanilleros y mi hijo me acompaña con la guitarra, y yo claro , me vesti para la ocasión con mi flor en el pelo y todos los aderezos que requería la ocasión, no se pueden imaginar lo que yo sentí, cuando termine de cantar, y todo el Salón Parroquial (que por cierto estaba lleno hasta la bandera como se suele decir) de pie aplaudiendo y gritando, ole
como a los buenos toreros, nunca  pude imaginar tanto éxito.
La gente sabia que cantaba por que me oían en el Coro de la Parroquia pero desconocían mi locura por la copla y el flamenco,por el motivo que desde varios años no lo hacia en publico, y así quedaron sorprendidos, y maravillosamente encantados.
Prometo no tardar tanto en relatar el siguiente capitulo, por que a partir de estos años biene lo mejor y lo mas bello que yo nunca pude imaginar.                                                                                                               Saludos cariñosos para todos vosotros.


No hay comentarios:

Publicar un comentario